Monumentos de Málaga
La historia de Málaga casi se puede seguir al detalle gracias a los conjuntos monumentales que pueblan toda la provincia. Ya sean formados por la naturaleza y el paso del tiempo o construidos por la mano del hombre, los siguientes puntos de interés son auténticos monumentos que merecen la atención del visitante en su recorrido por nuestra tierra.
La Catedral de Málaga es uno de los edificios más representativos de toda la ciudad. Además es el ‘techo’ de Málaga, hito que logró tras la finalización de su construcción en 1782, más de 250 años después de comenzar las obras en el mismo solar en el que se alzaba la antigua mezquita aljama. Es conocida popularmente como “La Manquita” por contar con sólo una de sus dos torres terminadas, lo que le imprime una personalidad propia y la hace diferente a otros templos cristianos. Aunque en sus orígenes comenzó como un templo de estilo gótico, la Catedral de Málaga es eminentemente renacentista con elementos barrocos, mezcla fruto de su amplio proceso de construcción. Con numerosas obras de arte en su interior, la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación cuenta en sus exteriores con el tranquilo Patio de los Naranjos.
Situada en pleno centro de Málaga (calle Molina Lario) y puede visitarse de lunes a sábados por 5 euros la entrada individual (3€ para grupos). Teléfono: 952220345
Sobre el Teatro, nos encontramos con la Alcazaba de Málaga y el Castillo de Gibralfaro, levantados en el siglo XI y XIV respectivamente, siendo dos de los símbolos más importantes de la época musulmana, en la que residían sus gobernantes, y de la Málaga actual. Por 4 euros se puede realizar una visita conjunta a estos dos emplazamientos que forman parte fundamental de la ciudad. El monte de Gibralfaro en la Bahía de Málaga, aglutina varios miles de años de historia de la ciudad. Tras su fundación fenicia, los romanos llegaron a la antigua Malaca dejando una huella que el tiempo no ha podido borrar, como el Teatro Romano que se ubica en la falda de Gibralfaro, una obra civil romana, de la época del emperador Augusto, que fue descubierta a mediados del siglo XX, siendo restaurado para ser visitado gratuitamente (951501115) por todos aquellos que quieran sentir la historia a sus pies.
Más allá de los lugares de encuentro y ocio de la jet set internacional, la ciudad de Marbella albergó desde el siglo X una gran presencia musulmana que, ya desde sus comienzos, dejó emblemáticos lugares históricos, como son la Muralla y Castillo de Marbella. Los restos de la muralla marbellí permiten hacerse una idea del tamaño monumental de esta construcción que contaba con una veintena de torreones para la defensa de la medina árabe que contenía en su interior (el actual casco histórico de la ciudad), contando con el Castillo de Marbella como uno de los lugares más destacados de la misma.
Sobre una colina a unos 40 metros de altura sobre el nivel mar y muy cerca del mismo, se erige el Castillo Sohail de Fuengirola, una fortaleza musulmana que fue mandada a construir por el califa cordobés Abderramán III a mediados del siglo IX. Desde su emplazamiento se divisa todo el municipio de Fuengirola así como una fantástica panorámica de la costa occidental de la provincia de Málaga. El Castillo de Sohail, lejos de encontrarse en estado de abandono, ha sido sometido a numerosas rehabilitaciones de forma que, actualmente, es escenario para numerosos eventos culturales, conciertos de Música o de representaciones de teatro. Se puede visitar de lunes a domingo por tan sólo 3 euros.
En los años 70, el budismo llegó a Europa para dar a conocer su filosofía y particular visión del mundo, marcado por la reflexión, armonía, la paz, la prosperidad y la meditación. Y desde el 2003 Benalmádena cuenta con la Estupa (templo) budista tibetana más gran de todo Occidente, un auténtico monumento dedicado a la Iluminación que posee en su interior un salón de meditación de 100 metros cuadrados, cuyas paredes están decoradas con la historia de la vida del Buda Sakyamuni; además de tener en su sótano una lugar de exhibiciones del Budismo Tibetano y la cultura del Himalaya. La Estupa de la iluminación de Benalmádena puede visitarse de martes a domingo y tiene posibilidad de visitas guiadas a grupos (teléfono: 606 275 375, email: contact@stupabenalmadena.org).
En época jurásica, la actual costa malagueña estuvo bajo la influencia del mar, sumergida y sometida a la voluntad de sus mareas. En el actual municipio de Rincón de la Victoria, la erosión del mar dio lugar a la formación de grandes cantales que, durante milenios, han ido acogiendo una transformación interior que ha dado como resultado una de las tres grutas de origen marino conocidas en el mundo y la mayor del continente europeo. Sus galerías, columnas, lagos, gargantas y salas han sido testigos de la historia de la humanidad desde la época rupestre. Su nombre, Cueva del Tesoro, proviene de la leyenda de un tesoro escondido por el emperador de los almorávides Tasufín ibn Alí en el siglo XII. Puede recorrerse por un precio de 5 euros en cualquier época del año.
No debe ser casualidad que la misma zona del municipio de Torrox haya sido empleada durante dos milenios como enclave marítimo privilegiado. Primero lo hicieron los romanos, quienes edificaron una villa de la que quedan destacados vestigios, como son unas termas que incluías diferentes estancias y salas de vestuarios, agua fría, templada, caliente y baños a vapor. Y segundo, casi 19 siglos después (1860), se construyó en las inmediaciones el Faro de Torrox. El destino quiso que con la construcción del faro se descubrieran los restos de las termas romanas, certificando el excelente lugar en el que nos encontramos, a orillas del Mediterráneo y con unas vistas a gran parte de la costa oriental malagueña, un espectáculo que se maximiza con el moderno Mirador de Torrox, una obra que emula la proa de un barco, dejando a sus pies un restos de tumbas romanas. Todo ello lo podemos encontrar Torrox-Costa.
Al este de Antequera se encuentra el conjunto arqueológico Dólmenes de Antequera, en el cual podemos visitar dos galerías cubiertas rectangulares formadas por grandes bloques de dólmenes, siendo éste, probablemente, uno de los más importantes de todo el continente europeo y signos del megalitismo peninsular. Con una datación estimada entre 6.000 y 2.500 años antes de Cristo, pudo ser construido en la Edad de Cobre, al igual que sus “hermanos” dólmenes de Viera y del Romeal, ambos cercanos al Dólmen de Menga. Los tres, cubiertos cada uno por un túmulo, albergan en sus interiores cámaras sepulcrales, pudiéndose contemplar perfectamente las numerosas piedras que forman tanto las paredes, pilares y losas superiores que forman el techo.
En el extremo de la costa oriental de la provincia se encuentra Nerja, una localidad que cuenta con uno de los monumentos naturales más importantes del mundo: la Cueva de Nerja. En ella, según los arqueólogos estudiosos, se ha encontrado el que podría ser la primera obra de arte de la humanidad, datada de unos 42.000 años de antigüedad. Descubierta en 1959 de forma casual por cinco jóvenes de la localidad, inmediatamente se convirtió en un reclamo internacional tanto para turistas como para historiadores, arqueólogos, geólogos, biólogos, paleontólogos, etc. Ubicada en el núcleo urbano de Maro, en nuestra visita a la cueva (todos los días del año, salvo 1 de enero y 15 de mayo, -8 euros), podemos acceder al interior y contemplar sus numerosas salas que se extienden en una superficie de más de 10.000 metros cuadrados.
En el municipio axárquico de Algarrobo se encuentra una de los yacimientos fenicios más importantes del mediterráneo occidental: la necrópolis de Trayamar. Con más de 2.800 años de antigüedad, estos restos permiten ver la evolución de las costumbres funerarias del pueblo fenicio, fundador de Malaka (Málaga), habiendo sido estudiados por destacados grupos arqueológicos de España y Alemania. Las cámaras funerarias eran subterráneas en su origen (hipogeo) y pertenecían a panteones familiares, en los que, además de las inhumaciones, se incluían objetos y ajuar relacionados.
En la comarca de Antequera se encuentra la localidad de Archidona, un pueblo malagueño que cuenta con una de las principales muestras de urbanismo barroco andaluz: la plaza ochavada. Situada en pleno centro del municipio, este lugar cuenta con una peculiar decoración, distinta para cada una de sus ocho fachadas, convirtiéndose en un buen compendio del arte constructivo de corte andaluz, además de ser una excelente excusa para conocer este pueblo de Archidona así como otros de la comarca nororiental de la provincia de Málaga.
Con 100 metros de profundidad, el Tajo de Ronda genera una auténtica sensación de vértigo al ser contemplado desde casi cualquier punto por el que nos asomemos. Al fondo de la garganta, el río Guadalevín, el cual ha horadado y moldeado esta impresionante formación durante miles de años. Para contemplar el Tajo, no hay mejor lugar que los laterales del mismo y sobre todo el puente que salva ambos lados del mismo, el puente Nuevo, una colosal obra de ingeniería de mediados de siglo XVIII, formada por grandes sillares de piedra formando grandes arcos, especialmente el central, el cual alberga en su interior diversas dependencias que pueden ser visitadas, obteniendo unas vistas únicas de todo el conjunto natural.
Al sur de la localidad de Benaoján, en pleno Paraje Natural de Grazalema, se encuentra uno de los yacimientos prehistóricos de la Península Ibérica: la Cueva de la Pileta. En ella se encuentran numerosas muestras de arte parietal del paleolítico, así como restos neolíticos. Descubierta a primeros de siglo XX, el lugar cuenta con representaciones de la fauna de aquella remota época, además de figuras y restos materiales. La Cueva de la Pileta puede visitarse por 8 euros durante todos los días del año, contando con un guía para conocer al máximo todos los detalles de este yacimiento, todo un tesoro de la Serranía de Ronda.En la misma Ciudad del Tajo se encuentran los baños árabes mejor conservados de toda la Península Ibérica. El recinto, del siglo XIII, se encuentra en el actual barrio de San Miguel de Ronda y cuenta con tres salas de baños siguiendo con el estilo romano: fríos, templados y calientes; unas cubiertas de bóvedas de cañón con tragaluces en forma de estrella; así como parte de las calderas y sistemas de conducción del agua que procedía en parte del río Guadalevín, cuyas crecidas fue sepultando poco a poco, durante siglos, este yacimiento que fue recuperado a primeros del XX.
En junio de 2011, la localidad de Júzcar se transformó cambiando su estampa de clásico pueblo blanco andaluz a un singular y único pueblo de color azul… pitufo. De esta tonalidad se tiñeron todas las casas del pueblo para la promoción y estreno mundial de una película de Hollywood. El hecho llamó la atención mediática y turística mundial, tanto que seis meses después, los vecinos votaron a favor de continuar con su color azul como nuevo símbolo de este enclave del Valle del Genal como es Júzcar. Los restos de la primera fábrica de hojalata de España, riscos y ruinas de molinos son algunos de los lugares a visitar en este singular pueblo.