Love of Lesbian y el Palacio encantado
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Crónica del concierto de Love of Lesbian en Málaga 26/10/2012
Pasadas las 10:30h subían al escenario los chicos de Sant Vicenç dels Horts ante la algarabía del respetable. Desde que comenzó “La noche eterna”, Love of Lesbian logró abducir al probablemente millar de personas que asistía al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, para llevarlos en un taxi, cual cabina de teléfonos de "Doctor Who", por el espacio y el tiempo. Dos horas y veinte de tránsito por la ciudad, mientras sonaban los temas del último trabajo de LOL y aquellos clásicos que han marcado la carrera de este grupo catalán. Un salto desde 1999 a 2012 . Un trayecto con un coste un tanto elevado, dadas las circunstancias. O así le pareció a Santi que pidió disculpas por el precio de las entradas y prometió a cambio darlo todo.
Un viaje onírico en el que pudimos oir temas como “Wio, antenas y pijamas”, “Nadie en las calles”, “Segundo asalto”, “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”, cuyo alocado y delirante videoclip había sido estrenado apenas 48 horas antes; “El hambre invisible”, “Los toros en la Wii”, “1999”, un íntimo “2009” con tan sólo el acompañamiento del piano, y cómo no, los celebradísimos “Niña imantada”, “Algunas plantas”, “Las malas lenguas”, “Club de fans de John Boy” y “Domingo Astromántico”, que permitieron al público lesbiano dar rienda suelta a sus emociones. Y es que tal y como dijo Santi, venían a hacer terapia. "A veces buscamos sitios a los que ir para desahogarnos" - añadió el vocalista mientras sonaban los primeros acordes de un “Allí donde solíamos gritar”.
El viernes era un día especial para la banda porque cumplía años Julián, guitarra de LOL, que Santi describió como un enanito que encontraron en la tierra media. Obviamente la gente se animó a cantarle un cumpleaños feliz que poco a poco se fue fusionando con "Los toros en la Wii (Fantástico)", canción incluida en su último trabajo, y en la que el sr. Balmes se cambió de camisa, dejando su torso desnudo ante el alboroto de cierta parte del respetable. No hubo mucho transformismo esa noche, a decir verdad. Algunos sujetadores en la cabeza, una capa azul que se puso Santi que decía "Me amo" (que alguien del público le había entregado); y un gorrito con molinete con el que iba ataviado Joan mientras tocaban “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”. Lo que sin duda hubo en abundancia fueron los sonidos electrónicos y los innumerables arreglos preparados para el directo.
El concierto fue de una notable intensidad, tan sólo apaciguada por dos pausas en las que toda la banda abandonó el escenario. La primera muy sutil y discreta. La segunda, la que daba paso a los bis, no tanto. Exhortaron un "si gritáis volvemos" que hicieron perder la voz a más de dos. Y es que el público quería más y más. Insaciables ellos. Su pasión en modo lesbiano sólo era comparable al atronador sonido del auditorio. Y los chicos de LOL volvieron a salir, esta vez para hacer algo que les gusta y que quizás no pueden en los festivales. Salieron para cantar canciones más desnudas, como “Los dias no vividos”, tras la que, sorprendentemente, Santi declaró era la primera vez que lo hacían.
Con “La parábola del tonto” llegó el principio del final de esa noche eterna, que terminó con la promesa de un reencuentro entre “Oniria e Insomnia” y con los niveles de endorfinas por la nubes. Si a muchos el concierto les había parecido un sueño, la mágica niebla que nos sorprendía a la salida del Palacio era el mejor final del cuento.
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