Crónica del concierto de Xoel López en Málaga (22/06/2012)

Cuando Xoel López subió al escenario solo con su guitarra, su piano y alguna otra instrumentación, quedó claro que solo no estaba, sino que se encontraba con ese algo inexplicable que hace que alguien llene un escenario con su única presencia y transmita intensas emociones a lo largo de más de 20 canciones.

Inició el concierto con “El hombre de ninguna parte” y “Caballero”, creaciones de su nuevo trabajo, “Atlántico”, con las que nos trajo la lírica y los sonidos evocadores y melancólicos de nuestra América más querida.

Continuó con canciones esperadas de su anterior época como Deluxe, previas a su “Reconstrucción”, y cruzando el mar de las dudas y a través del viejo barrio llegó a tocar “Parando el tráfico”, de su proyecto paralelo Lovely Luna. En ese momento la emoción y la unidad entre el artista y el público nos recorrieron poniéndonos el vello de punta y llevando nuestro asombro y nuestra expectación hasta límites insospechados cuando al escenario se unió directamente desde el público Scott — con su armónica en clave de sol—, creador del club de fans de Xoel en Michigan.

Después de esto, ¿qué más podía quedar? Pues empezar a cantar acompañado por el piano canciones como “Días de vino y espejos”, para volver a la guitarra con una bossa nova homenaje a Caetano Veloso (marcando el ritmo con uno de aquellos órganos que todos alguna vez tocamos de pequeños) y con “Tierra”, dejando lo mejor de sí en lo que fue la presentación de “Atlántico”.

Tras contar la historia de un “Joven poeta” y esculpir la nostalgia de “Buenos Aires”, volvió al piano, donde siguió cantando a las trampas del rostro de una actriz y buscando fotos del mañana y verdades hasta llegar a “Valiente”, la primera canción que tocó pedida por el público, finalizando con “Los jóvenes mueren antes de tiempo”.

Ante la insistencia del público, y en unión con él, sonaron claramente “Que no” y “Adiós corazón”. Tras el privilegio de escuchar la reconstrucción atlántica del sonido de Xoel López, nos quedamos con un recorrido “De piedras y arena mojada” que siempre durará en el recuerdo.

Cuando aquel taxista de Buenos Aires, le preguntó a Xoel “¿Qué hacés vos aquí?”, él le podría haber contestado: “Musicando poesía para los peregrinos sin solución que están cansados de estar tan cansados, pero que no olvidan que el sol sale para todos”.

Crónica del concierto de Xoel López en Málaga