Málaga degusta una buena ración de Calamaro

Concierto de Andrés Calamaro en Málaga

El viernes pudimos ver una reunión de salmones que agitaron las aguas de Málaga a ritmo de rock & roll. Algo más de 1.000 almas que se movían sin cesar  y desbordaban pasión y alegría. El viernes pudimos ver el abrazo de un fenómeno llamado Calamaro y su fiel público.

Entre gritos de "Andrés, Andrés" y ataviado con un pañuelo y gafas oscuras, Calamaro salió al escenario  rodeado de su Quinteto. Arrancó con un "Alta suciedad" que desató el delirio en los presentes, muchos de ellos compatriotas argentinos. Canción tras canción se desgranaba parte de la prolífica carrera de este portento de la música. "Todavía una canción", "Crímenes Perfectos" "100 pájaros volando", "Naranjo en flor" "Miami", " Cuando te conocí", "Siete segundos", "Paloma", "Mi propia trampa", "Sin documentos", "Días distintos", "Flaca",. Mucho Rodríquez, tal como había anunciado en esta gira, en un espectáculo calculado, en el que se intercalaban canciones de rock que ponían los corazones a 1000, con otras que servían para recuperar el aliento. Pausas necesarias  que aprovechaba el cantante para hablar con el público y anunciarle, por ejemplo,  la reaparición de José Tomás el 23 de junio, o para elevar a plegaria el recuerdo para los que sufrían en Lorca.

La tauromaquia estuvo muy presente en la actuación de Calamaro que se recreaba con continuos gestos y pases  de torero. También estuvo muy pendiente de su Quinteto, reclamando la atención del púbico cuando "Dieguito" o Julián se marcaban unos punteos y riffs a las guitarras.   Y por supuesto muy atento de sus salmones de Andalucía,  dedicándole  un "Sin documentos" con un beso al suelo del escenario, y con frases tan auténticas  como la de "Yo soy el jeque del Málaga. Saco la chequera....y lo dejo en primera".

Pero todo terminó.  Calamaro abrazó a cada uno de los miembros del Quinteto y se despidió de Málaga. Todo pasó muy rápido, como un rayo caido a tierra, dejando a los  presentes con los bellos de punta, electrizados, pero íncrédulos  de que el espectáculo hubiera llegado a su fin.

Sin duda alguna, para muchos,  se quedó corta la ración de Calamaro.

¿Estuviste en el concierto? ¡Etiquétate en la foto!

Comentarios desactivados.