Él se arriesgó saliendo de Venezuela en 1992 tras el golpe de Estado. Así fue como llegó a España, más concretamente, a una lluviosa Galicia, y lo mejor es que no se vino abajo. Boris Izaguirre es un venezolano que escribe guiones, colabora en prensa, ha sido contertulio en radio y televisión, además de showman, y ya está escribiendo su próxima novela.

No sorprende que este hombre haga de todo. Lo que sí que nos deja con la boca abierta es su cercanía, su sencillez y, sobre todo, el optimismo que transmite, la energía. Además habla con naturalidad de su matrimonio, de la homosexualidad, de lo que le gusta leer el horóscopo de todos los periódicos o de los calcetines de colores que se ha puesto para la ocasión. Y es que Boris va de lo superficial a lo profundo y viceversa sin ningún problema.

Nos llama la atención también todo lo que sabe, empezando por el cine. "El cine español es muy eficiente" porque, como le decía siempre su padre, "hasta un dictador puede hacer cine" (refiriéndose a "Raza", película que rodó Franco). Sin embargo apunta: "Pero la audiencia no debería tener toda la razón en esto del cine. Exigimos al cine español que se parezca a las superproducciones americanas, cuando lo que hace Hollywood es destruir cinematrogafías. Hollywood se ha llevado a Penélope Cruz, por ejemplo, y salió de aquí. Tenemos que defender que el cine sea parte de la cultura".

Boris sabe mucho de cine y eso que su primer recuerdo sobre él no es muy agradable: quedó impresionado con "Repulsión" de Polanski. Aún así, hace referencias constantes a Liz Taylor y no tiene reparos en comparar a la dama de los ojos violeta con actrices más actuales como Angelina Jolie y el esfuerzo de ésta por convertirse en una heroína. Tampoco se corta al hablar del Oscar que no le dieron a "Brockeback Mountain", "el caso de homofobia más grave del cine". Los Goya también se llevaron lo suyo, principalmente por esos agradecimientos tan largos, cuando en los Oscars el protocolo dicta 40 segundos de discurso por persona. "Los actores necesitan ser dirigidos", comentaba.

Pero antes del cine, se habló mucho sobre televisión: "Lo mejor de Batman y Robin era Robin", decía. También dio su opinión sobre nuestra representante de este año en el festival de Eurovisión, del que él ha sido jurado. Y, de alguna manera, recordó lo sucedido en Japón a través de sus series japonesas que tanto han marcado a una generación. "La gran tragedia de la televisión es que no somos capaces de dejar de ser su audiencia. Va a ser muy difícil que  no nos dejemos manipular", decía sobre la televisión actual.

Sobre la televisión que tenemos hoy contó además una anécdota sobre un pequeño problema que tuvo con el horario protegido cuando hacía un programa con Ana García Siñeriz: Hacían un concurso sobre aspirar flanes y cuando él quiso hacer una demostración le llamaron la atención porque decían que en él aspirar un flan tenía connotaciones diferentes. "El problema entonces lo tiene esa persona que ve connotaciones diferentes, no yo. Vivimos en un país atrapado en lo políticamente correcto".

En fin, que este encuentro con Boris Izaguirre dio para mucho. Y, mientras él se dedica a trabajar en su próxima novela, que, según adelantó, trata sobre el concepto de lo fácil, nosotros nos quedamos con una frase que nos encantó:

"Es aburridísimo ser bello. Es mucho más divertido ser un monstruo"

Sigue el Festival de Cine de Málaga a través de nuestro ESPECIAL