Segundo encuentro con el público del Festival de Málaga

Santiago Segura dejó el listón muy alto, pero Maribel Verdú no se quedó atrás. Saludando a la prensa y con una gran sonrisa llegaba la actriz ayer por la tarde a la entrada del Museo Picasso, donde posó para los medios antes de su encuentro con el público. Un encuentro que no duró todo lo que nos hubiese gustado porque Maribel tenía una cita ineludible en el Teatro Cervantes: era la encargada de presentar la gala en la que se homenajeó a Jose Luis Alcaine, Premio Ricardo Franco de este año. De hecho, durante el encuentro vivimos un breve ensayo de la gala porque el acompañante de Maribel, el director Fernando Colomo, se encontraba en la sala.

Así que, tras la gran presentación de Luis Alegre, Maribel apareció en el escenario, tomó asiento y empezaron las preguntas: ¿Prefieres desnudar tu cuerpo o tus sentimientos? "Prefiero decir "te quiero" que desnudarme. Desnudarse es un coñazo. A no ser que seas la Pataky, que es perfecta. Gracias a gente como Alcaine los actores salen perfectos".

Cuando le preguntaron por su trabajo con Coppola dijo que rodar con él es duro porque rueda muchos planos, con distintos objetivos y desde todos los puntos de vista. "Pero es Coppola. Es un sabio absoluto y además es súper cercano. Si estuviese aquí fliparíais en colores con lo cercano que es y con todo lo que sabe". Y es que, como ella misma dice, los directores de cine son las personas más cultas del mundo.

Metidos ya en materia, era prácticamente obligatorio preguntar a Maribel por sus comienzos, si hizo o no hizo castings y sobre su forma de trabajar, entre otras cosas. Lo primero que hay que hacer cuando empiezas en el mundo de la interpretación es buscar un representante: "Fui a todos los representantes que existían y nadie me quería. También es verdad que era una niña, con el uniforme del colegio y todo. El último me cogió y creo que fue por pena, pero hemos estado juntos 20 años. Después empecé a hacer castings y solía coincidir con Aitana Sánchez Gijón y Emma Suárez. Un casting es lo más horrible del mundo, no puedes dar lo mejor de ti porque estás cagada".

Muy sincera y también muy simpática, Maribel Verdú no tuvo ningún problema en responder todas las preguntas, de forma extensa, con ejemplos y también con anécdotas, lo que ha hecho que este encuentro fuera muy entretenido. Tanto nos ha gustado que no dudamos en ponernos de pie, como el resto de la sala, para despedirla con un gran aplauso. Además podemos decir que ella, aunque no sea directora de cine, también nos parece muy sabia. Atención a esta frase suya con la que nos hemos quedado:

"Sólo hay un éxito en la vida que es vivir como se desea"

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