Última película a concurso en la sección oficial de largometrajes del 18 Festival de Málaga. Cine Español. A tenor de lo visto hoy, nos alegramos.

LOS EXILIADOS ROMÁNTICOS

Rafa:

"Los exiliados románticos", de Jonás Trueba, o cómo hacer una road movie autocomplaciente y cultureta y quedarse tan pancho. El ejercicio de onanismo cinematográfico con coartada intelectual parece que se puede poner de moda; ahí está "Requisitos para ser una persona normal" para demostrarlo. ¡Tengan cuidado! Si lo que pretende el hijo de Fernando Trueba es espantar de las salas al público en general, ha logrado su propósito con creces; si, en cambio, lo que busca es reconocimiento dentro de círculos minoritarios, demostrar su dominio de referentes culturales, intentar formar parte de una élite intelectual... ¡también lo ha conseguido! Bravo por ti, chaval.

Es esta una de esas películas, y no es la primera este año, que parecen pensadas exclusivamente para su inclusión en festivales, rascar premios (cierto sector de la crítica aclamará su propuesta) y ganar prestigio (¿?). En lo personal, sólo ha servido para provocarme hastío y aburrimiento. La historia (juas juas) va de tres jóvenes que deciden realizar un viaje en el que se reencuentran con antiguos amores y se conocen mejor a sí mismos, mientras disertan sobre filosofía, política, economía, literatura, cine, el sentido de la vida... Como son guays hablan en francés, que tiene más caché cultural; duermen y viajan en furgoneta, que es más hippy (¡viva la contracultura!); se emocionan escuchando día sí y día también las mismas canciones de (des)amor (todas las canciones hablan de ellos...). Son lo más. La pega es que los referentes que utiliza son, en muchos casos, desconocidos para el grueso del público, aparte de que a menudo no añaden nada a la historia. Resultado: a los cinco minutos uno ya ha desconectado.

Por los personajes no se llega a sentir el más mínimo interés; quizás aquel que parece más apartado intelectualmente del resto sea el más cercano. Suya es la mejor secuencia de la película, una declaración de amor cuya duración e incapacidad para transmitir sentimiento verdadero acaba dejando en algo inane. Al menos Isabelle Stoffel nos alegra con su sonrisa...

En fin, un tostón, una pérdida de tiempo que, para variar, ha arrancado ovaciones entre el público. O he perdido el norte o no me entero de nada...

Puntuación (sobre 10): 1.

Gonzalo:

El pedantismo como género. Esa puede ser la gran aportación de esta peli a la cinematografía española. Lo demás, en mi opinión, prescindible. Minutos y minutos de la nada más absoluta. Incluso la escena más interesante, aquella en la que se teoriza sobre el sentido de la vida y la vocación o el trabajo como ingrediente fundamental, queda como un espaguetti pegado a la pared.  Si tengo que salvar algo de este filme son las interpretaciones femeninas y, quizás, Vito Sanz en esa escena que comentas.

Puntuación (sobre 10): 2.

NUESTRAS VALORACIONES FESTIVAL CINE DE MÁLAGA 2015

Y así quedan nuestras valoraciones de los 13 trabajos presentados a concurso: