La primera sesión doble del 18 Festival de Málaga. Cine Español ha resultado descompensada, con un claro vencedor en el segundo trabajo. Leed nuestras impresiones para saber los motivos.

LOS HÉROES DEL MAL

Rafa:

La primera cinta proyectada, "Los héroes del mal", primera obra del también actor Zoe Berriatúa (o Berriatua, tanto da), y producida por Álex de la Iglesia, no ha acabado de convencer. Lo que comienza como una historia sobre bullying cambia pronto al género justiciero, vía Charles Bronson, para acabar siendo el retrato de un psicópata (olvídense del dado por los telefilms de sobremesa), pero esta evolución no está plasmada de forma convincente. Porque si de algo peca la película es de artificiosidad, que se hace patente ya desde las primeras imágenes, que recurre a tópicos escolares modernos mezclados con frases a menudo inverosímiles. De hecho, el personaje sobre el que gira la trama suena a impostado, tanto por el guión como por la interpretación, demasiado afectada con frecuencia. Mejor parados salen sus dos compañeros de fatigas, sobre todo el malagueño Emilio Palacios, bastante convincente y natural en líneas generales.

La película intenta abordar los límites del bien y del mal recurriendo a ese maltrato escolar, cambiando los roles de acosador y acosado y llevándolos un paso más allá, pero el guión es un tanto reiterativo y las escenas no siempre están bien resueltas. Además, el uso de la música, clásica en su mayoría, es cuanto menos desconcertante y, en mi caso particular, me sacó del filme la mayoría de las veces.

No estamos ante una cinta precisamente original. Además, el ritmo tiene demasiados altibajos como para permitir verla siquiera con el piloto automático. Un quiero y no puedo que habría dado mejor, después de quitar la paja, para un cortometraje, y que personalmente no merece premio.

Puntuación (sobre 10): 3,5.

Gonzalo:

Un drama psicológico sin pena ni gloria, que pretende hacer un retrato de la adolescencia de estos días (sexualidad, amistad, amor, identidad,...) apoyándose en tres personajes supuestamente rotos que "tontean" con el concepto del mal.

Una historia que utiliza la violencia como vehículo, pero que se escapa del control del autor terminando en un precipicio de despropósitos.

Puntuación (sobre 10): 2,5

LA DEUDA

Rafa:

La segunda película del día, "La deuda", ha dejado mucho mejor sabor de boca. La ópera prima de Barney Elliott es un drama a modo de thriller que puede recordar, en cierto modo, a films recientes como "The International" o "Syriana", salvando las distancias del presupuesto y la aquí grata ausencia de secuencias de acción. La corrupción y la ambición; las consecuencias colaterales y a menudo inconscientes de cada decisión; el miedo a aceptar los cambios; la importancia real o no de la familia (y su uso como excusa para enfrentarse a una realidad que supera a los personajes); la contraposición entre las altas esferas económicas, la clase trabajadora urbana y la vida rural... Estos y otros temas se dan cita en esta cinta que hace uso de varias tramas, aparentemente inconexas, que poco a poco van ligando hasta llegar a un final muy redondo y con garra que no desentona con lo narrado anteriormente.

El guión es, pues, uno de los puntos fuertes de este trabajo. Un libreto que tranquilamente, pero sin pausa, va desgranando las vidas, los anhelos, las esperanzas de los bien definidos protagonistas, donde cada acción de los caracteres tiene consecuencias sobre los otros de forma más o menos directa culminando de la forma citada. Por contra, esa tranquilidad en la exposición a veces se convierte en lentitud en la primera parte del filme, que tarda un poco en arrancar, y donde, por momentos, uno se siente algo perdido al no acabar de cuadrar las piezas del puzzle. Por fortuna, el ritmo, la tensión y la clarificación de la historia van en aumento hasta la conclusión.

El reparto, que encabeza un ajustado Stephen Dorff (quien recibe más mamporros de los que da), raya a gran altura, con especial mención para los actores peruanos Elsa Olivero y Amiel Cayo, que dotan de gran fuerza y humanidad a esos personajes perdidos entre la teleraña de intereses económicos y políticos, apoyados además por la estupenda planificación de los encuadres de la que hace gala el director.

Una película muy entretenida (quitando esa lentitud inicial ya expuesta) cuyo interés aumenta conforme transcurre la trama, con un mensaje desalentador en lo colectivo pero esperanzador en lo individual, que por ahora, sin ser perfecta, es lo más interesante que ha ofrecido el festival. Quizás no destaque en exceso, pero contiene suficientes virtudes como para no dejarla pasar.

Puntuación (sobre 10): 6,5.

Gonzalo:

Pese a un arranque más bien lento y en el que llegas a pensar : "me voy a tragar muchos minutos de planos de paisajes y panorámicas", la peli se va llenando de vida con un ritmo que va in crescendo hasta llegar a un final repleto de fuerza que cierra toda la trama con mucho arte.

Un drama que trata de forma solvente el peliagudo y complejo tema de la deuda en los países del sur de América, y cómo es usada por las corporaciones y terratenientes para apoderarse de la riqueza de dichos países mientras condenan a la miseria y precariedad a sus habitantes, pero que también te muestra la cruda realidad de la sociedad peruana, dual (ciudad-campo), implacable, dura. Un filme que habla de amistad, de amor, de traición, de codicia, de dignidad.

Coincido contigo, Rafa, en que las interpretaciones son uno de los puntos fuertes de este drama. El buen hacer de Amiel y Elsa, con su naturalidad, fuerza, y expresividad, logra darte ese "pellizquito" que a mí tanto me gusta en el cine.

Puntuación (sobre 10): 6,5