El Festival de Cine de Málaga se va acabando. El penúltimo día de competición nos ha dejado sensaciones encontradas, ya que ni "Anochece en la India", de Chema Rodríguez, ni "Todos están muertos", de Beatriz Sanchís, nos han convencido, ni mucho menos.

ANOCHECE EN LA INDIA

Rafa.- Hay actores que parecen nacidos para interpretar cierto tipo de papeles. Eso es lo que ocurre con Juan  Diego en "Anochece en la India", donde por momentos parece inevitable no recordar otras actuaciones suyas con tanta garra como la que nos ocupa. La película narra en clave de roadmovie un viaje hacia el conocimiento interior, donde la búsqueda de una trágica solución para la enfermedad del personaje de Diego acaba derivando en un viaje de autosuperación de los límites emocionales de la pareja protagonista, algo que no por casualidad ocurre en la mística India. En el trayecto aprenden a conocerse y llegan a intercambiar sus roles.

Gonzalo.- Sin duda alguna el acierto de esta película es el casting principal, con un Juan Diego brillante y una Clara Voda que transmite veracidad con una interpretación muy contenida. El talento de esta actriz rivaliza con el del maestro Diego, contruyendo una pareja sólida y creíble excepto quizás hacia el final, en el que se rompe esa magia entre ambos precisamente donde debería estar el climax dramático.

R.- En mi opinión la cinta comienza con fuerza e interés, aunque este decae al poco de la llegada a la India para terminar con un final que da la sensación no han sabido rematar. Es una película emotiva que no cae en la sensiblería, pero pienso que el guión no está bien construido en cuanto al crescendo de los momentos dramáticos.

G.- Sí, se observan pequeñas lagunas en el guión, sin embargo los temas que se tratan son bastante sugerentes: la muerte, la superación de la pérdida, la discapacidad, el maltrato y sobre todo el miedo, el miedo tanto a la vida como a la muerte de los dos protagonistas.

R.- Además de las interpretaciones de Juan Diego y Clara Voda, me gustaría destacar la labor de fotografía, que enmarca bien a los personajes comenzando en una vivienda sevillana en casi permanente penumbra y acabando en un luminoso desierto indio (paralelo al viaje interior de los personajes), y ese detalle técnico de los fragmentos radiofónicos en distintas lenguas para identificar los países por los que transcurre el periplo.

G.- Probablemente el jurado ya habrá tomado nota de las interpretaciones de los protagonistas, y estoy seguro de que entrarán en las apuestas. ¿Crees que para peli también?

R.- La verdad es que no.

TODOS ESTÁN MUERTOS

Rafa.- Lo cierto es que esta segunda cinta de hoy no me ha convencido. Se toma demasiado tiempo para exponer el dilema de la protagonista, cuando este no tarda en intuirse, y me parece poco creíble la aceptación del personaje de Elena Anaya de ciertos sucesos.

Gonzalo.- En general tienes que tragar con ruedas de molino para creerte la historia. Fantasmas que han sido conjurados y que se ven también si te tomas un tripi, un sucedáneo de Kurt Cobain que se enamora de la cantante de un grupo de tecnopop ochentero y que acaba tocando en un conjunto de boyscouts... Pero bueno, superando esos anecdóticos elementos, el guión no sabe manejar elementos tan potentes como una relación incestuosa, los sentimientos de culpabilidad, el síndrome del superviviente, la homosexualidad en la adolescencia,  las creencias seudo-religiosas... Quiere abarcar muchos conceptos pero no han sabido cómo desarrollarlos ni ligarlos para hacerlos atractivos.

R.- Y luego está la exasperante lentitud de la primera mitad de la película, donde no ocurre prácticamente nada; se toma la eternidad y un día para darnos tres pinceladas de los personajes y crear el conflicto dramático. Soy consciente de que este tipo de cintas tendrá su público; a fin de cuentas intenta narrar una historia con un cierto trasfondo, pero en mi opinión es lenta, aburrida, insulsa, previsible... Poco que destacar en ella, ni siquiera a Elena Anaya.

G.- Puestos a destacar a alguien, lo haría con Angélica Aragón, que sabe pulsar la realidad de esa madre-abuela moribunda que intenta dejar los asuntos familiares en orden antes de fallecer.

R.- Otra cinta más sin el nivel mínimo que se le podría pedir a la sección oficial a concurso de un festival de cine.